Aunque todos los días del año tenemos que cuidar nuestra piel para que luzca sana y bonita, el día anterior a un evento importante podemos potenciar su luminosidad con dos tratamientos muy sencillos:
Primero la limpiamos en profundidad y a continuación llevamos a cabo una exfoliación:
La exfoliación no es más que la eliminación de las capas más superficiales de la piel. Con ello conseguimos eliminar las células muertas, la suciedad y mejorar la circulación. Como consecuencia, la piel, se vuelve más lisa, con menos arrugas y más luminosa.
Podemos elegir, entre varios tipos de exfoliantes:
- Exfoliantes mecánicos: contienen partículas sólidas como las perlas de jojoba o gránulos de sílice, que arrastran las células.Se puede aplicar en todo tipo de pieles excepto en las que son muy sensibles.
- Exfoliantes químicos: contienen productos químicos como ácido cítrico, glicólico que provocan una destrucción de las capas mas superficiales de la piel. Aptas para la mayoría de las pieles solo se desaconsejan en aquellas que son muy delicadas.
- Exfoliantes enzimáticos: están compuestos por enzimas generalmente derivadas de la piña y la papaya que digieren las uniones entre nuestras células provocando así que se desprendan más fácilmente. Su acción es muy suave y por ello se recomiendan en pieles muy sensibles y delicadas.
Una vez retirado el exfoliante nos preparamos para aplicar la mascarilla:
Las mascarillas son ese plus que le proporciona a la piel gran cantidad de principios activos de forma rápida y sencilla.
Podemos elegir, según lo que queramos potenciar, entre varios tipos:
- Mascarillas nutritivas: ayudan a reparar nuestra piel además de proporcionarle frescor y elasticidad. En su composición nos podemos encontrar ácido hialurónico, aceite de cártamo, aceite de uva, glicerina…
- Mascarillas antiedad:aquí nos podemos encontrar con distintos principios activos según el signo de la edad que queramos corregir. Revitalizantes con vitamina C para pieles más apagadas, reafirmantes con DMAE que te proporcionan un efecto lifting inmediato, con ácido hialurónico que disminuyen las líneas de expresión o con antioxidantes como la vitamina E, el resveratrol o el ácido fítico.
- Mascarillas calmantes: si tu piel es sensible o padeces rosácea no tienes que renunciar a aplicarte una mascarilla. En el mercado existen productos con activos hidratantes y calmantes ideales para este tipo de pieles. En las específicas para pieles con rojeces se añaden sustancias que mejoran la microcirculación como el extracto de Ruscus.
Las aplicáis media hora y luego se retiran con algodones desmaquillantes empapados en agua termal.
En tan solo una hora podéis aplicar ambos tratamientos y luego a dormir para que la piel lleve a cabo todos los procesos nocturnos de reparación y regeneración y al día siguiente no presente signos de cansancio.
Antes de maquillarte, es muy importante aplicar el producto adecuado para que los resultados sean espectaculares.
Hay dos cosméticos que no pueden faltar:
1. Ampollas flash: son capaces de borrar los signos del cansancio en segundos. Combinan varios activos como la vitamina C, ácido hialurónico o el silicio que aportan a la piel luminosidad, tersura y firmeza. Además, son ideales para fijar el maquillaje. Vienen en cómodos formatos monodosis, de forma que, puedes guardar las restantes para otras ocasiones especiales.
2. Corrector: en formato pincel o sticks nos ayudan a camuflar desde pequeñas imperfecciones a problemas más importantes como manchas, rosácea o acné, se aplican mediante pequeños toquecitos. Tienen distintos tonos adecuados a lo que queramos camuflar: verde para rojeces, amarillo para imperfecciones azuladas o coral para manchas oscuras.
¡Ya estas preparada! Vestido, maquillaje, peinado ¡todo perfecto! Ahora, solo queda comprobar que en el bolso llevas un kit de emergencia para hacerte algún retoque con polvos, barra de labios, mascara de pestañas y …¡¡a disfrutar de la noche!!!!
Te recomendamos algunos de los imprescindibles que nunca duermen...
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