- Nutrición y Dietética
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Inés Ibáñez
#Student
Una alimentación acertada puede aumentar el rendimiento de tu cerebro algo que, en ocasiones de arduo estudio y trabajo puede jugar muy a tu favor. La principal energía que necesita el cerebro para funcionar es la glucosa, que proviene de ingerir alimentos ricos en carbohidratos. Alimentos como cereales, legumbres, frutas y vegetales, así como productos lácteos contienen la glucosa que tu cerebro necesita para funcionar eficazmente.
Además de esto, nuestro cuerpo necesita otros nutrientes esenciales para estar sano y dar su 100%: vitaminas, minerales, ácidos grasos, proteínas… Un exceso o un defecto del nutriente necesario puede afectar al sistema nervioso. Una alimentación desequilibrada puede producir carencias específicas de algunos de los nutrientes, que se manifiestan mediante síntomas o sensaciones como apatía, desgana, irritabilidad, nerviosismo, cansancio, falta de atención, fallos de memoria, de concentración e incluso depresión. Por tanto, a la vista está que dejar la alimentación a un lado en estas épocas es completamente contraproducente para ti.
La nutrición es tremendamente importante para la función cerebral. Nuestro cerebro, como cualquier parte de nuestro cuerpo, necesita alimentarse. En función de los nutrientes que reciba, su actividad será diferente.
Con esto me estoy refiriendo a que la composición de cada comida tiene un efecto directo en la producción de las señales químicas del cerebro. Estas sustancias son las responsables de la transmisión de información a lo largo del sistema nervioso y se llaman neurotransmisores. Estos pueden modularse – en parte – por nuestra alimentación.
Por ejemplo, deben consumirse ácidos grasos esenciales, en forma de pescado azul o de suplementos dietéticos. En particular, se recomienda el DHA, un ácido graso omega 3 que es esencial para el cerebro. Hay estudios que demuestran que este ácido graso puede evitar el deterioro en el cerebro que causa el alzheimer. Todo ello se puede encontrar en alimentos como: salmón, sardinas, atún, anchoas, semillas de lino, sésamo, nueces...
Si eres una persona que no consume habitualmente los alimentos anteriormente mencionados, deberías ingerir algún tipo de suplemento. Yo te recomiendo Omega fort concentración.
También se deben incluir alimentos ricos en proteínas en la dieta. Las proteínas son esenciales para fabricar los neurotransmisores, son vitales para los procesos cerebrales. Se debe intentar que la comida del mediodía sea más rica en proteínas, para optimizar la mente y mantenerse más despierto por la tarde.
Puedes combinar la proteína de la carne, la del pescado y la del huevo. Recuerda que una correcta combinación de legumbres y los cereales pueden llegar a tener el mismo valor que la proteína animal aunque los cereales ricos en almidón provocan sueño.
También se debería de comer alimentos ricos en vitaminas y minerales; los que más nos interesan son el fósforo, el zinc, la vitamina B6 y la B12 presentes sobre todo en la proteína animal, la frutas y las verduras.
En cuanto a la hidratación, conviene ingerir 1,5 o 2 litros de agua al día, con el fin de ayudar a mantener el cerebro bien hidratado.
Para oxigenar el cerebro, son convenientes el ejercicio y las comidas ligeras y frecuentes, no conviene hacer tres comidas copiosas al día, sino que es más beneficioso para el organismo hacer más de tres comidas y que estas sean más ligeras.
Por lo tanto, podemos afirmar que recortar en tiempo para cocinar y emplearlo en otras tareas no es precisamente una buena idea o una idea productiva. Dale a tu cuerpo lo que necesita y disfruta de una vida saludable, tu cerebro te lo agradecerá (especialmente en temporadas de estudio o grandes cargas de trabajo).
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