Tanto si trabajas para una multinacional, como para una empresa pequeña, como si eres freelance, emprendedora, autónoma, si teletrabajas, si viajas por trabajo, si no.... ¡Nos da lo mismo! Eres una auténtica mujer de negocios, o business woman, llámalo como quieras. Mujeres de las que pueden con todo y que se organizan meticulosamente para optimizar el tiempo ¡así que este mes es para ti!
Todos sabemos que lo de la conciliación de la vida laboral y la vida familiar es un mito, una utopía o una realidad muy difícil de alcanzar para la mayoría de los mortales. Pero no por ello hay que quedarse lamentándose y tirar la toalla. Sino ¡todo lo contrario! Mientras se sigue luchando para que haya más consideración por estos temas en el mundo laboral, todas tenemos que dar el máximo de nosotras para manejar la situación. Y esto es así.
Apagar el despertador de golpe cada mañana, desperezarse y bostezar mil veces por minuto, darse una ducha corriendo, despertar a los niños, batallar con ellos para que tomen el desayuno (que es la comida más importante del día, no lo olvides), subirlos al coche, llegar corriendo al cole y luchar con el tráfico de la ciudad para llegar a tiempo e impoluta a tu reunión de trabajo a primer ahora. Contestar los mails, el teléfono, atender las reuniones internas, los asuntos retrasados, la agenda del día, correr en mitad de un trabajo para llegar a recoger a los niños a tiempo, pasar por la farmacia a por los encargos de los abuelos, ir a verles y a llevárselos, merendar, recoger todo, pasar por el súper, hacer la compra, colocarla en la nevera y despensa, ayudar a los peques con los deberes, el odiado momento de las duchas, a tope con la cena, preparar la comida del día siguiente, acostarlos, leerles un cuento y conseguir que se duerman, charlar un poco con tu pareja y luchar contigo misma para que no se te cierren los ojos en el sofá porque aún le quedan veinticinco minutos a la lavadora y tienes que tenderla. Preparar los uniformes de los niños para el día siguiente, así como planchar tu camisa para mañana, desmaquillarte, ducharte, ponerte el pijama y dormir las horas justitas que te sobran para ser capaz de llegar a todo.
Seguro que el día que acabamos de relatar te es del todo familiar. Las prisas y el estrés que supone intentar compaginarlo todo es un verdadero reto diario no apto para personas que no sean valientes. Además, las mujeres somos cada vez más exigentes con nosotras mismas, lo cual empeora la situación y genera más autocrítica y frustración. Hay que tener muchísimo cuidado porque la sensación diaria de no llegar a todo puede provocar un colapso y afectar a la salud tanto física y mental. Y eso es lo que hay que evitar a toda costa.
Conviene ser realista con el tiempo disponible y no intentar llegar a todo a costa de la salud (tanto física como mental). Intentar conciliar la vida laboral con la vida familiar y no olvidarse de lo que cada una queremos en nuestra vida. La clave está en pasar por la vida y ser feliz, no en que la vida pase por ti. Además, trabajamos para poder vivir. No debemos invertir esto y terminar viviendo para trabajar, porque lograr un equilibrio es fundamental (a la par que complicado, lo sabemos).
Todas necesitamos encontrar un ratito al día, por pequeño que sea, para nosotras mismas. Para quedar con una amiga, para charlar con un ser querido, para escuchar música tranquilas, para hacer deporte, darnos un baño calentito, lo que sea. Pero los efectos de esta práctica son muy beneficiosos para la salud (especialmente mental).
Así que no hay que darse por vencidas y seguir luchando para conseguir el ansiado equilibrio entre esferas de nuestra vida. Y tenemos un montón de consejos y remedios que pueden ayudarte a estar más a full que nunca.
Otra de las preocupaciones principales en las mujeres de negocios son los viajes de negocios. ¿Tú viajas por trabajo habitualmente? Porque muchas personas (y muchos estudios científicos) afirman que viajar habitualmente por trabajo puede hacer que tu calidad de vida empeore y que seas más propenso a enfermar. Por ello, conviene tener en cuenta unas cuantas cosas relativas a estos viajes de negocios, porque la rutina se descontrola y eso puede perjudicarte. Y mucho... ¡Empecemos!
Te recomendamos algunos de los imprescindibles que no bajan la guardia...
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